¿Cuántas veces no has enfrentado las objeciones más absurdas al momento de hacer una plática de negocios? ¿Cuántas frustraciones no hemos pasado debido al miedo o recelo que aún se le tiene a la internet?
Y es que aquí, bien podemos decir que hay dos caras de la moneda. Por un lado está el deseo de sobresalir entre los competidores con un proyecto de red innovador, con estrategias bien definidas y el empeño que uno como profesional le pone a sus actividades. Por el otro, está el miedo natural a lo desconocido que pueda resultar para el empresario todo lo que se relacione con la internet. Lo cual, tiene toda razón de ser, pues el miedo por si mismo es una reacción natural ante lo desconocido. Mas aún si sobre la mesa están miles de pesos o dólares.
Una negociación siempre es exactamente igual a un juego de estira y afloja. El vendedor tiene la idea de ofrecer su producto y ganar. El empresario quiere invertir y no gastar, busca resultados. El vendedor se debe comprometer a entregar resultados tangibles pues aunque ya ganó su parte por la venta, el empresario no desea ver que su dinero se gaste de forma inadecuada. Así es en todos los casos.
La disyuntiva se presenta cuando el empresario si está dispuesto a invertir pero es el vendedor quien no ofrece una propuesta innovadora. En el caso de la internet, las tendencias cambian más rápido que en cualquier otra industria. De ahí que es responsabilidad del vendedor el estar actualizado e informado de las nuevas prácticas, medios y plataformas. Una de las objeciones más comunes que nos ha tocado escuchar en nuestra trayectoria es: ¿Qué tienes de innovador para mí? Es ahí, cuando si el vendedor solamente ofrece un simple sitio web, es muy difícil que el empresario se decante por su opción.
¿Como responder ante una pregunta como esta? Antes de eso, lo recomendable es tener una idea de las necesidades del empresario y ver en nuestras opciones si se pueden satisfacer. Si no, es cuestión de cambiar algunos fundamentos de servicio en la empresa y de esa forma mantenerse actualizado para así poder realizar una oferta a todos los interesados en invertir en la internet. Si no nos atrevemos a replantear, corremos el riesgo de rezagarnos y por ende, ocasionar pérdidas a la empresa. Al final, si nos quedamos sin ofertantes, ocasionamos un grave estancamiento en la industria. De nosotros depende que nuestro ramo siga avanzando.
Siguiendo estos consejos, es muy posible lograr una negociación exitosa y cerrar ventas.
Te enviamos un cordial saludo.